Nutrición y accidente cerebrovascular

Escrito por: Tristan Carroll, RN

Marzo es el Mes Nacional de la Nutrición. Es un buen momento para empezar a pensar en sus hábitos de nutrición y patrones de estilo de vida en general para tomar decisiones más saludables. El enfoque de este mes es sobre cómo la nutrición puede afectar su riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular, así como sobre cómo controlar su nutrición en la recuperación después de un accidente cerebrovascular.

Nutrición y riesgo de accidente cerebrovascular

La nutrición puede ser un indicador importante al pensar en su riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular. En 2012, un modelo de evaluación de riesgo comparativo estimó que el 45,4 % de las muertes relacionadas con muertes cardiometabólicas (enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular o diabetes tipo 2) se debían a una dieta poco saludable. Según la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición (NHANES) entre 2003 y 2012, las dietas de adultos y niños en los Estados Unidos habían ido tendiendo a ser menos saludables a medida que pasaban los años. Las malas opciones de alimentación son la mayor parte de la población, con un 54,6 % en 2012. Las opciones de alimentación intermedias son el 44,7 % de la población, y muy pocas personas siguen una dieta saludable, con solo el 0,6 % de la población.

¿Qué es una dieta saludable?

El pasado mes de febrero se centró en la salud cardíaca. La salud cardíaca está relacionada con el riesgo de sufrir un derrame cerebral. Una de las formas de proteger el corazón y, por lo tanto, reducir el riesgo de sufrir un derrame cerebral es seguir una dieta saludable para el corazón mediante la implementación de la dieta DASH (Enfoques dietéticos para detener la hipertensión).

La dieta DASH se centra en comer verduras, cuanto más coloridas, mejor, frutas con alto contenido de fibra, productos lácteos descremados o bajos en grasa, cereales integrales, legumbres, nueces, pescado, carnes magras como pollo o cerdo, y usar aceites vegetales como el de canola o de oliva. Con la dieta DASH es una buena idea evitar los alimentos procesados, la carne roja y reducir el consumo de alcohol. También se deben limitar los alimentos y bebidas azucarados, así como los alimentos con alto contenido de sal.

Se ha demostrado que seguir una dieta mediterránea también tiene beneficios en la reducción de accidentes cerebrovasculares. En el Estudio de siete países se demostró que las personas tienden a consumir una dieta que es principalmente vegetariana con menos carne y productos lácteos en general. Las frutas reemplazan los postres o bebidas azucaradas y las grasas son el 40% de esta dieta, pero principalmente provienen del uso de aceite de oliva o canola. Al pensar en las grasas, es importante recordar el tipo de grasa que importa. Las grasas animales pueden estar asociadas con una mala salud cardíaca y niveles más altos de colesterol que pueden provocar placa en las arterias. La placa en las arterias aumenta las probabilidades de sufrir un accidente cerebrovascular.

Prevención de accidentes cerebrovasculares

En el Estudio de profesionales de la salud de EE. UU. y el Estudio de salud de enfermeras, se evaluaron opciones de estilo de vida como no fumar, consumo moderado de alcohol, mantener un peso corporal saludable, incorporar al menos 30 minutos de ejercicio diario, junto con una dieta saludable en relación con la salud cardiovascular y el riesgo de accidente cerebrovascular. Lo que estos estudios encontraron es que una dieta saludable, junto con otras opciones de estilo de vida, redujo el riesgo de accidente cerebrovascular en un 80%. Es importante tener en cuenta que estas cinco opciones de estilo de vida combinadas reducen el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular. La nutrición es muy importante, pero es solo un aspecto de la prevención del accidente cerebrovascular.

Importancia de la nutrición en la rehabilitación posterior a un accidente cerebrovascular

El accidente cerebrovascular es una de las principales causas de discapacidad en los Estados Unidos. Todos los aspectos de la vida de un sobreviviente de un accidente cerebrovascular cambiarán no solo para ellos mismos sino para su familia y seres queridos. La desnutrición es común entre los sobrevivientes de un accidente cerebrovascular debido a déficits físicos y neurológicos.

La nutrición y la rehabilitación son un factor significativo en la recuperación posterior a un accidente cerebrovascular. Los sobrevivientes de un accidente cerebrovascular tienen un mayor riesgo de desarrollar problemas relacionados con la nutrición, como disfagia (trastorno de la deglución), sarcopenia (pérdida de masa muscular), anemia (insuficiencia de glóbulos rojos para transportar oxígeno a los tejidos), osteoporosis (disminución de la densidad y masa ósea) y diabetes tipo 2 debido a la alimentación enteral.

Los datos recopilados hasta ahora muestran que una dieta saludable puede mejorar la rehabilitación física y neurológicamente en la recuperación cerebral. La dieta mediterránea-DASH Intervention for Neurodegenerative Delay (MIND) es una dieta híbrida que incorpora aspectos tanto de la dieta mediterránea como de la DASH para ayudar a los sobrevivientes de un accidente cerebrovascular a frenar el deterioro cognitivo después de un accidente cerebrovascular. Los sobrevivientes de un accidente cerebrovascular tienen una mayor probabilidad de desarrollar demencia y la dieta MIND fue creada para abordar este desafío específico. Hay estudios limitados con la dieta MIND, pero los datos hasta ahora son prometedores.

La disfagia es un déficit común en el accidente cerebrovascular agudo y afecta a más del 50% de los sobrevivientes del accidente cerebrovascular. Para la mayoría de los pacientes con accidente cerebrovascular, la función de deglución puede regresar una semana después del accidente cerebrovascular inicial. Solo el 11-13% continúa luchando con problemas de deglución después de seis meses. La disfagia prolongada puede requerir alimentación enteral por sondas nasogástricas (NG) y sondas de gastrostomía endoscópica percutánea (PEG).

La disfagia puede conducir en última instancia a deshidratación, mala nutrición e infección con neumonía por aspiración (cuando la comida ingresa a los pulmones). La desnutrición también afecta la capacidad del cuerpo para sanar las heridas y puede hacer que sea más probable que se desarrollen úlceras por presión.

¿Cuáles son los pasos de acción para apoyar la nutrición en la prevención y recuperación de un accidente cerebrovascular?

  1. Desarrolle un plan de atención con su proveedor de atención médica. Antes de sufrir un accidente cerebrovascular, comunicarse con su proveedor de atención médica lo ayudará a comprender su riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular y le brindará estrategias para realizar cambios en su estilo de vida con respecto a sus hábitos de nutrición. Después de un accidente cerebrovascular, lo más probable es que tenga déficits físicos y neurológicos que necesitarán el apoyo de un equipo de especialistas que lo ayudarán a recorrer el camino hacia la recuperación.
  2. Siga invirtiendo en una alimentación saludable tanto antes como después de un accidente cerebrovascular. La prevención es clave, pero si tiene un accidente cerebrovascular, es más probable que tenga otro accidente cerebrovascular si no realiza cambios en su estilo de vida. Su nutrición es una parte vital de su recuperación. Una mejor nutrición después de un accidente cerebrovascular puede conducir a un mejor funcionamiento diario tanto físico como cognitivo.
  3. Si continúa teniendo problemas para tragar, lo más probable es que un terapeuta del habla y el lenguaje (SLP) le realice una evaluación de la deglución. Una vez que se complete esta evaluación, se desarrollará un plan de atención para ayudar a satisfacer sus necesidades específicas. Es posible que deba realizar cambios en la forma en que come y bebe, con líquidos espesos y comiendo alimentos blandos o en puré. Es posible que tenga dificultades para retener alimentos o bebidas calientes en la boca y que necesite comer o beber alimentos que no estén calientes. También es posible que necesite ingerir comidas más pequeñas a lo largo del día. Puede aprender la posición adecuada para comer, así como técnicas que le ayuden a tragar. El uso de dispositivos de ayuda puede ayudarle a comer o beber con más facilidad.
  4. Si tiene una sonda nasogástrica o gastroenterológica, recibirá nutrición complementaria. Una sonda nasogástrica no suele utilizarse a largo plazo, por lo que lo más probable es que le coloquen una sonda gastroenterológica. Lo más probable es que trabaje con un dietista para determinar sus necesidades nutricionales. Un logopeda evaluará continuamente si puede volver a comer por la boca o si también come por la boca mientras recibe alimentación interna.

Fuentes:

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6470893

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https://www.ahajournals.org/doi/epub/10.1161/CIR.0000000000000558

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https://www.stroke.org.uk/effects-of-stroke/physical-effects-of-stroke/swallowing-problems

https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/31686099

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